Negocio capitalizado, negocio próspero. Si piensas que tu negocio no está capitalizado lee esto…
Suele ser habitual que cuando pensamos en un negocio capitalizado lo relacionamos con dinero y con recursos financieros, pero tu negocio cuenta otros capitales que te ayudarán a lograr lo que tú deseas y quieres.
Fíjate en cómo define la Real Academia Española como capital: Hacienda, caudal, patrimonio o cuando se refiere a economía dice, en el balance de una empresa, diferencia entre el activo circulante y el pasivo a corto. Y también, perteneciente o relativo a la cabeza.
¿Qué interesante esta última definición, no te parece?
Tú, como profesional, empresario o emprendedor, cuentas con otros capitales muy importantes para desarrollar y expandir tu negocio.
Lectura recomendada: ¿Quieres lanzar o relanzar tu negocio?
5 tipos de capitales para tu negocio
Para poder realizar buen hincapié a lo que se refiere a un negocio capitalizado, a continuación, los tipos más importantes que debes de conocer:
Capital Financiero
Este es en el que habitualmente ponemos atención y es aquel que nos permite generar ingresos y acometer las inversiones necesarias para consolidar nuestro negocio.
Capital Temporal
Tú cuentas con “tiempo” para poder llevar a cabo las acciones necesarias relacionadas con tu negocio, también, para disfrutar, pasarlo bien y dedicarlo a tu familia, amigos y por qué no, a ti mismo.
Capital Intelectual
Es el que te permite aprender cosas nuevas, compartir lo que sabes, mostrarte como profesional experto o especializado y como persona. El capital intelectual es un activo intangible pero muy valioso.
Capital Social o Relacional
Todo negocio ha de contar y necesita relacionarse. Mejor dicho, los negocios son impersonales, toda persona que desarrolle un negocio tiene que relacionarse con sus públicos objetivos: socios, accionistas, colaboradores, proveedores, seguidores, por supuesto, con sus clientes y con aquellos que pronto se convertirán en clientes.
Esos potenciales clientes que forman nuestra comunidad de seguidores, a los cuales compartimos nuestro conocimiento y sabiduría para ganarnos su confianza y credibilidad.
Capital Espiritual
“Consiste en aquello que enriquece los aspectos más profundos de nuestra vida. Se trata de aquellos aspectos vinculados a valores universales, profundos. A motivaciones elevadas que influyen en nuestra vida y trabajo”.
Aquí es donde radica lo que somos en esencia: nuestra personalidad, los valores, las creencias, los pensamientos, emociones y todo aquello que nos permite mostrarnos al mundo como somos.
¿Cuál capital de negocio cuentas?
Ahora te invito a que reflexiones sobre estos capitales y te respondas a la pregunta de con qué capital para tu negocio cuentas para progresar.
No solo es cuestión de dinero la variable que te va a ayudar a desarrollar tu negocio, eres tú en conjunto con:
- El tiempo que dedicas a las acciones para contribuir e inspirar a tus clientes.
- Lo que sabes, tus experiencias y los talentos que has adquirido.
- La calidad de tus relaciones y cómo interactúas con ellas.
- Y lo que tú eres como persona y profesional.
- ¿Cuánto tiempo vas a esperar a capitalizar tu empresa y mostrarte al mundo?.
¿Cómo mejorar la liquidez de un negocio?
Siguiendo el orden de ideas, para lograr la capitalización financiera. Primeramente, hay que cuidar la liquidez de tu negocio. Por eso, lo primero debes controlar las finanzas de tu empresa, de allí, inicia el proceso para poder seguir un plan financiero que permita rendir por periodos las acciones necesarias.
Cubriendo todo lo referente a ingresos y gastos, además de lograr una mejor gestión del inventario de tu producto o servicio que ofrezcas.
No cabe duda, uno de los fracasos que tienen los emprendedores o dueño de negocio es la falta de control de tus gastos, trata de analizar los pagos que realizas para el funcionamiento total de tu empresa. Ciertamente, habrá gastos regulares y gastos que son fijos, tu objetivo es suprimir esos gastos que no aportan nada a tu empresa directamente.
Se entiende que existen los gastos fijos, no obstante, nunca descuides las necesidades operativas de tu negocio. Mayormente en este apartado, es donde se ejecutan salidas elevadas de dinero.
Ahora bien, en el caso de buscar que esto funcione, tienes que revisar tus márgenes de ventas. Elimina cualquier producto o servicio que no te retorne el dinero necesario para tener una cartera de cliente viable y asequible.
Conoce muy bien todo tu embudo de ventas, tienes que tener en claro la media de los días que tardas en cobrar o pagar. Toda esa información será muy buena para ajustar tus fechas de cobros, solicitando también medios de pagos seguros y fiables.
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¿Por qué los negocios fracasan?
Existen estadísticas que establecen que más del 75% de los negocios fracasan luego de 3er año. Las razones son múltiples, asumiendo este detalle, hay que destacar que la mala gestión de tus ingresos es un error que comete la mayoría de los emprendedores novatos.
Se emprenden negocios con un modelo que no obtienen grandes ingresos. Pareciera el inicio de un negocio sin fines de lucro, el problema es que en el fondo ese es su objetivo, desaprovechando de esa manera las oportunidades de negocios.
Así que trata de no subestimar los recursos necesarios, aunque los contactos o canales de comunicación creados son relevantes, no saber administrar tu capital de trabajo, te llevará a no saber aprovechar tu plan de negocio.
A pesar de todo lo dicho hasta ahora, no tienes que olvidar que la persistencia y constancia es lo que hará que tengas éxito. Evita que el fracaso te canse o te haga tirar la toalla, tienes que tener presente que los errores siempre estarán, lo importante es saber cambiar el rumbo del destino de tu negocio.
Considerando que un negocio capitalizado, con recursos es posible. Más aprovechando las herramientas que nos permite acceder la tecnología.
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