Hay emociones que nos impulsan y nos dan alas, como el amor o la alegría. En cambio hay otras que nos paralizan y nos impiden avanzar, como la duda o el miedo. Estas dos últimas son dos poderosos enemigos del éxito, aparecen con mucha más frecuencia en personas emprendedoras, más de lo que desearían y lo mejor es conocer qué hacer para ponerle remedio.
El miedo, la incertidumbre y las dudas son sentimientos que todos tenemos y no por eso tiene que ser malo. Estas formas en la que nuestra mente nos alerta sobre algún peligro son necesarias, cuando realmente comienzan a ser perjudiciales para nosotros, para nuestro éxito, es cuando nos paralizan, nos detienen y no nos dejan actuar.
A partir de ahí, lo que sentimos y hacemos juega un papel fundamental para que las emociones y acciones sean nuestras mejores amigas, o no, para no lograr lo que queremos.
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¿Qué hacer para detener los enemigos del éxito?
Situaciones críticas, sensación de derrota, ruina o no saber qué hacer, son sentimientos que inmovilizan y te dejan sin un rumbo fijo que guíe tu vida. No podemos ignorarlos y decir que todo va bien, sino que tenemos que aprender a convivir con ellos y aprender a ponerlos a nuestro favor.
Debemos actuar e impedir que sean estos sentimientos los que tomen las riendas de nuestra vida, que podemos implementar para superar estos enemigos constantes:
- Aprender a salir de ahí.
- Poner freno a nuestros miedos y tomar decisiones que nos saquen de la situación en la que estamos.
- Dejar de dudar y comprometerse con algo que nos impulse y nos ponga en marcha.
- No tener miedo a equivocarse.
Nos han educado a que fracasar no es una opción, a fijarnos en lo que hacemos mal y castigarnos por ello.
Además nos han enseñado a poner foco en lo que hacemos mal o regular para mejorarlo, cuando lo que más nos puede ayudar es ver en qué somos realmente buenos, afianzar nuestras creencias en esas fortalezas y comenzar a sentirnos más seguros y confiados.
¿Por qué el fracaso es una opción?
Fracasar sí es una opción, claro que es mejor no pasar por ello, pero si nos sucede, es un magnífico aprendizaje de lo que no se debe hacer. Viviendo y experimentado se sacan más enseñanzas que esperando a que las cosas sucedan solas.
Como emprendedores tenemos que aprender a gestionar el miedo, la incertidumbre, la duda y la toma de decisiones, y hacer frente a estos o cualquier enemigo del éxito que se aparezca en nuestra vida o nuestro negocio.
No nos podemos permitir que estas emociones den al traste con el negocio que nos apasiona y nos hace vibrar: hemos de actuar, de ponernos en marchar.
Te invito a que le dediques unos minutos a analizar el siguiente video:
Es probable que ya lo hayas visto, yo lo he hecho muchas veces y siempre que lo veo me empodera y me da impulso para no darme por vencid@.
Creo que refleja de forma muy clara que tenemos que actuar, atrevernos, abandonar nuestras dudas, tomar acción y descubrir los frutos placenteros y los resultados que podemos lograr si hacemos lo que hay que hacer.
El miedo y la ilusión siempre camina con el emprendedor
Emprender al final del día significa enfrentarte a retos que ni pensabas, después de superar el miedo al fracaso, encontrarás otros escenarios como el miedo de fallarle a la gente que ha confiado en ti, miedo a delegar, miedo a arriesgar el patrimonio personal.
También a la inclusión a miedo a lo desconocido, miedo a salir de tu zona de confort y otros factores que serán las batallas diarias como emprendedor. Supón que inicialmente tienes una idea de ensueño, entonces lo primero que tienes en tu camino es la situación de que no consigues a tu primer cliente.
Es un reto porque aún no sabes si funciona o no. Además no podemos olvidar que en alguna etapa de tu camino, puedes perder la creatividad de seguir innovando. Como verás los emprendedores se enfrentan a luchar con una dinámica bastante fuerte, donde debes buscar el equilibrio de tu vida, si no tarde o temprano tu negocio consumirá todo el tiempo posible.
Con el pasar de los meses y años requieres de fortaleza para conseguir la estabilidad a largo plazo, en caso contrario, tu negocio fracasará y difícilmente podrás volver a levantar la misma idea.
No puedes olvidar que cada año que transcurre tus responsabilidades serán otras, comenzarás a crear tu propia familia, buscar tu bienestar o protección, allí nace si realmente importa seguir o no con la continuidad del negocio.
Algo a tomar en cuenta es que si crece rápido, tampoco le tengas miedo a estar preparado. Quizás no lo estés, aquí lo que vale es la persistencia y constancia que tengas para seguir enfocado en tu visión de negocio.
- Tips Emprendedores
¿Qué otros miedos son enemigos del éxito?
Siguiendo el hilo de lo anterior, jamás tengas la incertidumbre de que caminar solo por el camino del emprendimiento es incorrecto. Actualmente con el auge de las redes sociales quizás te sentirás que estás perdiendo en el tiempo, mirando a tus compañeros de universidad o secundaria, formando una familia o teniendo éxito a nivel profesional.
No te compares, ten la mentalidad de que tú escogiste el camino fuerte. El camino de la guerra, donde debes innovar en cada momento para seguir creciendo o si no mueres en el intento.
Cualquier negocio lo puedes empezar, sin tener la capacidad financiera necesaria. Es un error detenerte con este detalle, la verdad los grandes negocios empiezan con una propuesta de valor e idea que resalte y se diferencie a los competidores existentes en el mercado.
A nivel personal, aunque la ilusión siempre es buena porque tienes tu ojo enfocado en tu visión. Crear un negocio con ilusión, es como vivir en pareja enamorada o enamorado como en los inicios. Si notamos mientras crece y se refuerza el vínculo de pareja, el amor es lo que define la consistencia y perseverancia de mantener el vínculo.
Hacerte valer siempre será ese don de luchas que tendrás de tu parte para combatir en tu camino de emprendimiento, la motivación de asumir las responsabilidades. Vencer el miedo es una batalla de tiburones, actuar contra el miedo y la duda inicia actuando de forma constante, de esa forma los enemigos del éxito desaparecen.
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